Sumido en mi decepciуn, no hay nada afuera en quй creer. Siempre
habrб alguien que se empeсe en decir no. No hay quien lo pueda
detener.
Hay tanto buitre y sobra tanta necedad. Llegarб un ingenuo que
vendrб diciendo: Ir a este paso no se puede sostener y terminaremos
al final cayendo.
Lentamente grupos forman, los apalean a placer, y van creciendo
hasta ser algo real. No hay quien los pueda detener.
Y nuestro ingenuo se revela ahora genial. Y ya no descansa, y
ya no le falta su liderazgo, su carisma y tal y cual. Tiene las
verdades, casi no le caben. Ya somos muchos y hay necesidad de
cambiarlo todo, ya estб bien. Los parias de la tierra cada vez
son mбs. No habrб quien los pueda detener.
Y aquel ingenuo ya es un peligro social. Le tienden la trampa
y la piel le arrancan. Si no se puede, seguro le comprarбn un
buen pedacito de su pastelito.